Durante la última década, Londres adquirió la reputación de ser la "capital de divorcio del mundo". Este apodo se lo ganó porque muchas parejas ricas y famosas, de todo el planeta, han confiado en la objetividad de los tribunales civiles de Londres para dividir sus millones matrimoniales (o en muchos casos hasta miles de millones de dólares).



Pero para cientos de miles de ciudadanos del Reino Unido incluso el divorcio simple y no impugnado, es un asunto que pocas veces es rápido y barato: cuando no hay una disputa financiera en absoluto, y ambas partes quieren separarse amistosamente, el proceso tarda una media de ocho meses y cuesta casi 800 dólares.



Pero desde el mes de julio los cambios radicales en el sistema legal civil en Inglaterra y Gales cambiarán el proceso del divorcio significativamente.



Se abrirán "centros de divorcio" especiales donde las parejas infelices serán capaces de poner fin a su matrimonio en un par de horas: el objetivo es procesar los casos el día de la recepción de los documentos, o dentro de dos días a más tardar.



El nuevo sistema también permitirá presentar documentos de divorcio por correo.



El nuevo cambio tiene como objetivo principal liberar a los tribunales británicos de los casos de divorcio triviales. En este momento alrededor de 120 mil divorcios se procesan cada año a través de los tribunales en Inglaterra y Gales ( Escocia e Irlanda del Norte cuentan con un sistema legal civil separado). Después de la reforma, sólo los casos en que exista una disputa clara entre el ex marido y la ex esposa serán escuchados por los jueces.



A partir del próximo mes de julio las peticiones de divorcio se aceptaran en 11 oficinas regionales en Inglaterra y Gales.



Trabajadores administrativos, en lugar de jueces, procesarán todos los documentos. Sólo el decreto final será aprobado formalmente por un juez de los distritos locales. Sólo los casos complicados que requieran una audiencia legal serán transferidos a un tribunal. Asuntos financieros complejos irán al Tribunal Central en Londres.



Después de que se introduzca la reforma, ningún miembro del público podrá entrar a las cortes para escuchar los veredictos de los divorcios.



Los expertos legales están de acuerdo en que el procesamiento genérico del divorcio por personal administrativo podría parecer a algunas personas como un menosprecio de lo que es un hecho significativo: el colapso de una familia.



A menudo es un momento doloroso de la vida de las personas, por lo que la rebaja del divorcio a un proceso parecido a la solicitud de un permiso de conducir, está obligado a ofender a algunos que creen en el estatus especial del instituto matrimonial. Pero el beneficio es que el divorcio será un proceso menos burocrático y menos costoso; así que provocara menos problemas financieros para la pareja que ha decidido elegir diferentes caminos.



"Divorcio de mutuo acuerdo se ha convertido en un proceso que legalmente es suficientemente estandarizado y formulista. Se ha convertido en desperdicio injustificado de tiempo y recursos de los jueces " declaro Julian Lipson, un experto en derecho familiar en Reino Unido.



Pero los críticos de esta reforma dicen que los cambios son una prueba más de una erosión de la institución del matrimonio.



"¿Por qué las personas toman sus votos eternos, si pueden salir de ellos de manera tan simple? Lo que la ley debería estar haciendo es defender y reconocer el significado y la importancia del matrimonio", insistió Andrea Williams, de la ONG británica "Christian Legal Centre".



Una prominente política de la derecha, la ex-ministra del partido conservador Ann Widdecombe, también ha criticado la reforma como "profundamente desagradable".



"Creo que el Estado debe enviar señales mucho más fuertes en apoyo al matrimonio. Este cambio legal hace lo contrario", dijo Widdecombe.



Pero otra ONG británica, "Marriage Foundation", respalda los cambios y subraya que el hecho de que los divorcios serán mas rápidos y menos costosos es bienvenido por la mayoría de las familias británicas. Esto porque no es el aspecto legal el que afecta a la decisión de las parejas de separarse, sino la complejidad de la vida y las diferencias irreconciliables.



Las últimas estadísticas de Gran Bretaña muestran que 4 de cada 10 matrimonios terminan en divorcio: es una de las tasas más altas de la Unión Europea. Al igual que en muchas sociedades europeas, la mayor proporción de divorcios se produce durante los primeros 5 años del matrimonio.