Por cada cien nacimientos en México, seis bebés son prematuros y de ellos 60% presenta alteraciones en su neurodesarrollo, por lo que es necesario que los hospitales reconsideren flexibilizar el acceso a los padres, pues el contacto con el bebé prematuro y su madre es de suma importancia para la estimulación del recién nacido y la salud sicológica de la mamá.

Para la académica de la Universidad Iberoamericana Myriam de Luna Jiménez, quien tiene 12 años de experiencia en desarrollo infantil, cuando un bebé nace prematuro “es vital que los padres se mantengan a su lado de manera constante; sin embargo, muchos hospitales en México no permiten el acceso a los papás al área de cuidado intensivo neonatal, salvo por unas cuantas horas”.

En el marco del Día Internacional del Prematuro, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora cada 17 de noviembre, la especialista afirmó que esa restricción hospitalaria perjudica más en el desarrollo del bebé, ya que es necesario mayor contacto físico de los papás con sus bebés, como se permite en otros países.

Detalló que cuando un bebé nace antes de tiempo, “el proceso sicológico natural se ve coartado”, y los padres se encuentran en un alto estado de vulnerabilidad, estrés y ansiedad, especialmente la mamá, quien es más propensa a la depresión postparto, pues hay una sensación negativa de la competencia maternal.

De acuerdo con la OMS, un bebé es prematuro cuando nace antes de la semana 37 de gestación, y entre las posibles consecuencias en el neonato son el bajo peso, las alteraciones en el neurodesarrollo, parálisis cerebral y problemas pulmonares.

Lamentó que si existen evidencias de que los prematuros necesitan del constante contacto físico con su mamá, en México los hospitales sigan restringiendo el acceso, pues en otros países a los papás se les permite estar al lado de los recién nacidos las 24 horas y en nuestro país hay unidades médicas que sólo los dejan estar 30 minutos.

Al celebrarse el Día Mundial del Prematuro, la especialista De Luna recomendó a los padres de nacidos antes de la semana 37 de gestación que busquen grupos y redes de apoyo, a fin de que una vez que el bebé es dado de alta del hospital presten atención a señales que indiquen, por ejemplo, problemas de desarrollo neurológico, y no dejar de lado el acompañamiento sicológico.

Comentó que los bebés prematuros suelen tardar más en adaptarse a ciertas situaciones, como la capacidad de succionar, y por eso es recomendable que tengan ayuda de sicoterapeutas, porque las mamás también podrían aprender a extraerse la leche para alimentar a su bebé cuando salga del hospital.

Sufrió 23 días por no tocar a su hijo

Las restricciones que ponen los hospitales a las mamás son a veces “excesivas”, ya que a Marta Sandoval no le permitieron tocar a su hijo cuando estuvo internado durante 23 días en un hospital del IMSS.

Hoy, su hijo tiene 21 años; sin embargo, casi un mes permaneció hospitalizado por haber nacido a las 34 semanas de gestación, tiempo en el que tuvo inmadurez hepática y pulmonar, por lo que estuvo en incubadora y con oxígeno.

A Marta le prohibieron tocarlo, de modo que la hora que le daban acceso sólo podía verlo a través del vidrio que los separaba, aunque confesó que varias ocasiones rompió las reglas y lo tocaba mientras le platicaba y le decía cuánto lo amaba.

Esos 23 días, recordó, fueron los más angustiantes y desgastantes que ha tenido en su vida y que no le desea a nadie, porque se sufre al estar con la incertidumbre de que su hijo podía mejorar o empeorar sin que pudiera saberlo de inmediato.

Cuando salió del hospital, su hijo ya pesaba dos kilogramos y podía respirar por sí mismo; sin embargo, la separación que tuvo desde recién nacido le causó algunas dificultades para socializar en la escuela.

“No fue fácil su adaptación: lo llevamos con la siquiatra para niños y nos dijo que presentaba Síndrome de Niño Abandonado por el tiempo que estuvo internado, y debido a que no había vínculo con su mamá. Eso le causó problemas en socializar y hasta la fecha le cuesta trabajo”, relató.

Aunque no tuvo problemas de aprendizaje, la señora Sandoval contó que desde niño le fue difícil hacer amigos e integrarse, aunque eso fue disminuyendo conforme fue creciendo, aunque no deja de ser tímido para entablar una conversación con gente extraña.

La recomendación siquiátrica que recibió fue que lo abrazara mínimo diez veces al día, besarlo y decirle que lo amaba. “Esa fue nuestra tarea como papás para eliminar ese síndrome”.

Los cuidados

De acuerdo con la página www.mibebeyyo.com.mx estos bebés necesitan cuidados especiales:

Temperatura: Debe estar comprendida entre 20-24 grados. Si el radiador está funcionando es necesario humidificar el aire.
Visitas: Hay que evitar que personas se aglutinen en torno al niño, ya que podría estar expuesto a contagios.
Salidas: Es necesaria cierta cautela, pero sólo en las primeras semanas, cuando el niño debe afrontar el paso del ambiente hospitalario al doméstico y adaptarse a una nueva situación. Cuando nos aseguremos de que el niño está bien y de que crece regularmente se le puede llevar de paseo, pero siempre con la autorización del médico.
Resfriado: Hay que tomar las oportunas precauciones si un familiar está resfriado o tiene gripe. Cuando la mamá está enferma se aconseja utilizar un cubreboca al darle el pecho o al tener al bebé en los brazos.