El bebé de dos madres y un padre
Milenio Diario 10 El mundo.mx - Carlos Fresneda

El Parlamento británico puede hoy dar luz verde a un polémico procedimiento de reproducción asistida que fusiona el ADN de los óvulos de dos mujeres con el espermatozoide de un hombre para evitar la transmisión de enfermedades degenerativas

Las campanas del Big Ben pueden anunciar el martes el «alumbramiento » de una nueva técnica de reproducción asistida conocida popularmente como el embrión de tres padres.

El Parlamento británico será el primero en el mundo en pronunciarse sobre el controvertido procedimiento, que en realidad consiste en un trasplante de mitocondria (la central energética de las células) entre dos óvulos para evitar la transmisión de enfermedades degenerativas.

La nueva técnica permitiría que una madre original, que tenga el ADN defectuoso de sus mitocondrias, cediera el núcleo de uno de sus óvulos, que sería insertado en el óvulo donado por una mujer sana (tras extraerle su núcleo), y fecundado finalmente in vitro por el esperma del padre. Pese al mito del embrión de tres padres, lo más correcto sería decir dos padres y pico… Ya que en realidad el bebé recibiría prácticamente la totalidad de la información genética de sus progenitores.

Tan sólo el 0,1% o el 0,2% correspondería al ADN mitocondrial de la mujer que donó el óvulo sano. Se calcula que uno de cada 6.500 recién nacidos podrían beneficiarse de la técnica y evitar así los graves trastornos metabólicos que causa el ADN defectuoso de las mitocondrias, responsable de graves enfermedades neurodegenerativas.

Decenas de científicos, incluidos varios Nobel, han escrito a los parlamentarios británicos para que den el visto bueno al procedimiento. Esta técnica de reproducción asistida podría ser usada desde el próximo octubre por unas 2.500 mujeres en el Reino Unido, lo que supondría que se marcaría el camino a las clínicas de fertilidad en los países occidentales.

La Iglesia de Inglaterra y la Católicas, sin embrago, se han mostrado completamente en contra.

Han unido fuerzas para pedir a los diputados que voten contra la histórica modificación de la Ley de Reproducción Asistida. «Es muy extraño que se pretenda dar licencia a una técnica radical que puede afectar a futuras generaciones sin haber hecho antes las necesarias pruebas clínicas», proclama el Arzobispo John Sherrington.

La Autoridad para la Fertilidad y Embriología Humanas (HFEA) asegura que los 15 años de experimentación en primates han sido suficientes y ha presentado tres estudios que pretenden demostrar que se trata de un procedimiento «sano y seguro» para los humanos.

El estudio más concluyente, dirigido por el profesor Dough Turnbull en el Centro de Investigación Mitocondrial de la Universidad de Newcastle, será presentado en los próximos días.

Turnbull defiende «la seguridad y la eficacia del procedimiento» y responde a los que piden una demora a la espera de más pruebas: «Si no damos el paso adelante, estaremos negando a muchas mujeres el derecho a tener hijos sanos».

El resultado de la votación en la Cámara de los Comunes es incierto: los grandes partidos han pedido a sus representantes que voten con su conciencia. La mayoría de los británicos se pronuncia a favor de la técnica: el 40% frente al 30%. El resto dice no tener información suficiente.

«Estamos hablando ni más ni menos que de legalizar la ingeniería genética», ha advertido la diputada conservadora Fiona Bruce, en el momento de airear el fantasma de Un mundo feliz, de Huxley. «La nueva técnica consiste en alterar un futuro ser humano, reemplazando unos genes por otros», ha alertado.

Los especialistas, como el doctor John Gearhart, de la Universidad John Hopkins, han recalcado por su parte del gran paso adelante que se podría dar con la puesta en marcha de la nueva técnica en la lucha contra las enfermedades genéticas hereditarias: «Uno de cada 200 niños nace con un ADN defectuoso en las mitocondrias. La mayoría son casos que no revisten gravedad, pero en uno de cada 6.500 la condición puede ser muy grave e incluso mortal».

Las enfermedades mitocondriales, como el síndrome MELAS, el síndrome de Leigh o la atrofia óptica Leber, afectan por lo general a los órganos más necesitados de energía en el cuerpo humano y pueden causar con el tiempo el deterioro cerebral, la atrofia muscular o anomalías en el funcionamiento del corazón. Jessica Newell, una niña de un año aquejada con el síndrome de Leigh (que causa lesiones irreversibles en el sistema nervioso central), asistirá al debate en los brazos de sus padres, Vicky y Keith Newell, que aspiran a ser de los primeros en probar esta técnica. «Adoramos a Jessica, pero su salud se está deteriorando y vive prácticamente entubada», declara la madre de 38 años a The Sunday Times.

«No podemos ni pensar en la idea de tener otro niño que pueda sufrir lo mismo».

«No estamos proponiendo la creación de bebés a la carta, sino simplemente el cambio de una parte de la máquina que no funciona bien», alega por su parte el Nobel de Psicología John Sulston, que se trata de uno de los mayores defensores de la medida.

«Creo que los diputados tienen que leer exactamente qué es lo que se está proponiendo. No les vendría mal mirar hacia atrás y ver el debate causado en su día por la fecundación in vitro. Entonces había mucha gente que se escandalizaba. Ahora parece algo de lo más normal», ha afirmado.